Memento mori

Y, de pronto, te das cuenta de que no puedes moverte. Estás completamente paralizado. ¿Qué ha sucedido? Quieres hablar y no puedes. Algo se agita. ¡NO! Sólo eran tus pensamientos. Un vaporoso aroma a moho destila de tu mente. Husmeas en tus recuerdos. Tu consciencia se estremece…

Tiempo atrás, recuerdas, habías soñado con detener el tiempo. Fue el miedo, ese reptil amargo que germinaba en tu estómago, quien te arrinconó. Todo comenzó cuando un médico de confianza vaticinó tu destino. Te advirtió sobre tu vulnerable salud. Una enfermedad terminal estaba desmenuzando tu vida. Comenzó lentamente, el veneno goteando en tus venas. Luego, sin previo aviso, la llaga se descubrió a un ritmo vertiginoso, encontrándote en un abrazo letal. “Sólo dos meses me quedan, sólo dos meses de vida”.

VITAE CYCLUM

Escribí esta suerte de poema el 5 de mayo de 2014. Al cabo de un tiempo, fue seleccionado para formar parte de la antología Fugaces en el tiempo, eternos en el alma, editado por Editorial Dunken en enero del 2015.

Recomiendo leerlo con la increíble música 8D que dejo a continuación (si pueden y tienen, usen auris).

ENJOY!

Baúl de los recuerdos (pt. 1)

Hoy abro el baúl de los recuerdos.

Mis viejas letras me asaltan, colgajos rancios de literatura que reclaman quien los mire.

Les dejo la primera triada poética.

AVES

Cinco aves sobrevuelan mi sueño: un águila azul, un halcón rojo, un cóndor amarillo, un colibrí verde y una paloma blanca. Para cada uno de ellos he de crear una red. Una red ligera y resistente que capte con plenitud su vuelo.

EL OFICIO DE ESCRIBIR

 

A veces, escribir es un trabajo arduo, tedioso. Es desenmarañar con paciencia de artesano y precisión de cirujano, una bola informe, enreversada. Es una cruzada mística, muchas veces, infructuosa.

Pero, a veces, escribir es una necesidad fisiológica, un reflujo gástrico que es necesario vomitar con prisa antes de que lo devolvamos con un estertor a las entrañas.

FANTASÍA Y REALIDAD

ÉL: -¿Estoy soñando o eres un espejismo? ¿Hablas?

ELLA: -Sí, claro.

ÉL: -¿Sí qué? ¿Cuál de las dos preguntas es la que me respondes?

ELLA: -Todas y cada una.

ÉL: -Hablas con acertijos.

ELLA: -Soy un acertijo.

ÉL: -¿Puedo preguntarte tu nombre? ¿O me negarás ese honor?

POR EL DÍA DEL ESCRITOR

En honor a Leopoldo Lugones (13 de junio)

Antes de que el día decline, quiero felicitar por este medio a todos aquellos que albergan un escritor en el pecho. No importa que tus publicaciones se reduzcan a cero, ni que tus lectores se resuman a dos amigos y mamá. Ser escritor es ser artista de la palabra, un trabajo de tiempo completo. La escritura es una artesanía que requiere tiempo, moldeado, preparación, estudio y lectura. Ser escritor es un derecho, un regalo… y una maldición. Pero, por sobre todas las cosas, es arte.

¿Y por qué digo esto? Déjame contarte una anécdota.

ESCRIBIR. (Del lat. scribere).

Escribir es nostalgia por la magia… Esa magia antigua que los años y la cotidianidad han diluido…

Escribir es volar, es fluir, es mutar…

Escribir es percibir la tenue vibración de las cuerdas del Universo… y maravillarse con su melodía…

Escribir es amar… lo desconocido.

BIENVENIDOS

Bienvenidos a este recóndito sitio perdido en las mareas de la web. Se encuentran ahora en el vestíbulo de mi Maelström personal, un sitio de combinaciones aleatorias donde la ficción y lo real se entrelazan. Los invito a sumergirse, a empaparse en la fantasía; vamos a devolverle la magia a este mundo tan real.

¿Se atreverán a cruzar el umbral?